Se muelen ligeramente los granos de malta.
El grano de malta molido se macera con agua caliente, teniendo mucho cuidado con el tiempo y la templeratura.
El grano de malta crea un filtro natural que permite tener el mosto principal de la cerveza.
Se cocina el mosto y se añade el lúpulo para dar sabor, amargura y aroma. Sin lúpulo no hay cerveza.
Se enfría el mosto antes de pasarlo al tanque de fermentación.
Se añaden las levaduras, que catalizan los azúcares i los convierten en alcohol.
¡¡A Disfrutarla!!
NUESTRO INGREDIENTE MÁS IMPORTANTE ES LA PASIÓN, MEDIANTE LA CUAL QUEREMOS CONTAGIAR A LAS PERSONAS EL AMOR POR UNA BUENA CERVEZA.